El nombre de tu marca.
Podría parecer algo muy lógico, sin embargo, es un punto que no siempre se tiene claro. En más de una ocasión podemos encontrar que hay cambios de nombres en logos ya realizados.
Hay que tener en cuenta que el cambio de nombre tiene porqué funcionar con otro nombre. Detalles como las iniciales, el largo de la palabra o incluso la cantidad de palabras que lo forman, modifican el equilibrio, proporciones o dejan sin sentido el isotipo.
Los valores de tu negocio.
Un logotipo es más que un dibujo más o menos bonito.
El logo representa a tu empresa, en todo momento, por eso es importe que transmita los valores de tu negocio.
Este punto suele ser uno de los que más suele costar enfocar, se pretenden transmitir demasiadas cosas, sin embargo, hay que concretar, filtrar y priorizar.
También es importante saber por qué queremos que nuestro negocio transmita esos valores y que valor aportan a la marca o al proyecto.
Debemos tener en cuenta que hay una serie de valores que los clientes y usuarios esperan como son la profesionalidad, la empatía o la coherencia.
Quienes y cómo son tus clientes.
Hay que tener claro quién es, y no, no son todas las personas. Tienes que tener claro a que personas necesitas atraer, quienes son tus usuarios, tus compradores, tus consumidores y tus clientes.
Tener claro con quién debe conectar.
Sentirte cómodo con el diseño de tu logotipo es importante, pero por encima de eso debe conectar con tu público objetivo que son los que necesitan tu producto o servicio.
Tu área profesional.
Saber cuál es nuestro sector y ubicar nuestra marca en ese contexto propio y particular.
Contexto en el qué trabajaremos para diferenciarnos de nuestra competencia.
Contar con un identificador en la marca o el “claim” del sector al que nos dedicamos ayuda al usuario saber qué hacemos y a que nos dedicamos.
Las expectativas.
Cómo esperas que sea el logo de tu marca, qué logos de competencia o en general sientes que deberían inspirar el de tu negocio.
Tener claras las expectativas ayuda a evitar frustraciones, saber cuál es el enfoque sobre el que tienes que trabajar y que tengas unas expectativas realistas con el estilo que debe tener tu marca te ahorrará tiempo y disgustos.
Aloha Gran